De acuerdo a la definición de la OMS de 1985.
Los
pacientes reciben los medicamentos adecuados a sus necesidades clínicas en la dosis correspondiente a sus
requisitos individuales durante un periodo de tiempo adecuado al menor costo posible para ellos y para la
comunidad.
En
base a esta definición la pregunta que resulta es: ¿Cuán verdadera es esta
definición en nuestro espacio temporal?
Porque
digo temporal: por la calidad de vida en aquellos años, donde había menos
contaminación, menos sedentarismo, menos problemas de enfermedades relacionados
con el estilo de vida.
En
la actualidad el uso de medicamentos no cumple
con la definición anterior y se determina por los siguientes casos:
1. Pacientes
poli-medicados y sin seguimiento farmacoterapéutico.
2. Uso
indiscriminada de antibióticos que causan resistencia en microorganismos y a la
vez falla terapéutica.
3. Automedicación
venta de medicamentos sin recetas en establecimientos farmacéuticos.
4. Protocolos
clínicos no actualizados y sin revisión del uso puntual del medicamento.
5. Dosis
y frecuencia de medicamentos que en la mayoría de casos son mal calculadas.
La falta de acceso a medicamentos y
las dosis inadecuadas tienen como consecuencia un alto índice de morbilidad y
de mortalidad, sobre todo a raíz de infecciones infantiles y enfermedades
crónicas, tales como: hipertensión, diabetes, epilepsia o enfermedades mentales.
El uso inadecuado y excesivo de
medicamentos supone un desperdicio de recursos, a menudo pagados por los
pacientes cuando se tratan de manera particular en clínicas privadas y
seguridad social, o por el estado cuando su atención se hace en casas de salud públicas.
En este último segmento es donde mayor desperdicio de medicamentos hay
principalmente en pacientes de consulta externa; (como experiencia personal manifiesto que la cantidad de medicamentos
que pacientes polimedicados dejan en sus casas cuando lamentablemente fallecen
es muy grande y costosa, incluyendo dispositivos médicos e insumos)
trayendo como consecuencias un considerable perjuicio al paciente en cuanto a
la falta de resultados positivos en su tratamiento farmacoterapéutico y a la
incidencia de reacciones adversas a medicamentos (RAM).
El paciente al no tener una mejoría a
su padecimiento debido al uso irracional de medicamentos que está realizando; estimula
una demanda desproporcionada de fármacos a nivel privado o público, perdiendo
la confianza en los sistemas de salud.
Evaluación del
problema del uso racional de medicamentos.
De acuerdo a la OMS la evaluación del
problema del uso irracional de
medicamentos se lo debe realizar de acuerdo a enfoques: tipos, volumen, y
motivos y estrategias.
Por otro lado para medir el tipo y
grado de uso irracional de medicinas pueden utilizarse:
- Datos de consumo de medicamentos de una institución para comparar el consumo real en un lapso de tiempo definido con el esperado partiendo de datos de morbilidad en el mismo lapso de tiempo esta medida se la puede hacer al interior de una casa de salud de primer o segundo nivel de atención.
- Para hacer una comparación del consumo de medicamentos entre instituciones, regiones, provincias o países se utiliza la metodología ATC (clasificación anatómica terapéutica) o DDD (dosis diaria definida).
Los indicadores de la OMS para el
uso racional de medicamentos se dividen en:
1.
Indicadores de prescripción.
2.
Indicadores de atención al paciente
3.
Indicadores de establecimiento.
4.
Indicadores complementarios del uso de medicamentos
Pasos realizados por la OMS para el uso racional de medicamentos.
En este punto se va a definir la
estrategia ideada por la OMS para el uso racional de medicamentos.
- 1977 la OMS estableció la primera lista modelo de medicamentos esenciales con el objetivo de ayudar a los países a formular sus propias listas.
- 1985 se acordó la definición anteriormente nombrada.
- 1989 se formó la Red Internacional Para el Uso racional de Medicamentos INRUD
- Se determinaron los indicadores OMS/INRUD para determinar el uso racional de medicamentos.
- 1997 se realizó en Tailandia la Primera Conferencia Internacional para la Mejora del Uso de Medicinas.
Políticas
fundamentales para promover el uso más racional de medicinas.
A continuación se numeran las doce políticas
promovidas por la OMS para el uso más racional de medicamentos:
1.
Un organismo nacional multidisciplinario autorizado
para la coordinación de políticas de uso de medicinas.
2.
Directrices clínicas
3.
Lista de medicamentos esenciales basada en los
tratamientos elegidos
4.
Comités para medicamentos y terapéutica en distritos y
hospitales
5.
Cursos de farmacoterapia basada en problemas concretos
en los programas de estudios universitarios
6.
Educación médica continua como requisito para el
desempeño de la profesión
7.
Supervisión, auditoría y opiniones/comentarios
8.
Información independiente sobre medicinas
9.
Educación del público sobre medicinas
10. Rechazo de
incentivos financieros con efectos negativos
11. Regulación
adecuada y su aplicación
12. Suficiente
gasto público para garantizar la disponibilidad de medicinas y persona.
Haciendo una revisión de cada una de
la aplicación de estas políticas en nuestro país sobre el uso racional de medicamentos cuales
se cumplen o no ya sea en el campo académico o en el campo laboral juzgue usted
mismo.
Yo ya se cuales no se cumplen pero
es mi enfoque distinto al suyo…