jueves, 30 de marzo de 2017

ABSORCION ORAL DE FARMACOS: consideraciones referentes a la forma farmacéutica.



Como anteriormente se expuso la absorción oral de fármacos  se puede entender como un proceso que tienen dos enfoques muy relacionados:
  •     Las características anatómicas y fisiológicas del paciente medicado.
  •          Las características de las formas farmacéuticas administradas por esta vía

Recordemos:

“La respuesta de un principio farmacéutico activo se debe a una alteración en los procesos biológicos que estaban presentes antes de la administración del fármaco. La magnitud de la respuesta está relacionada con la concentración del fármaco alcanzada en el sitio de su acción luego, de la absorción”

En resumen para que un fármaco ejerza su efecto biológico, debe ser liberado de la forma farmacéutica en la que se administrado, transportado por los fluidos corporales, atravesar las barreras biológicas necesarias (membranas), escapar a la distribución generalizada en áreas no deseadas, soportar ataques metabólicos, penetrar  a una concentración adecuada en los sitios de acción, e interactuar de manera específica, causando una alteración de la función celular.

Así temenos que la constitución física y química de la sustancia farmacéutica activa especialmente su solubilidad lipídica, grado de ionización y tamaño molecular determina en gran medida su capacidad para llevar a cabo su actividad biológica sin olvidar y siempre tomar en cuenta que:

 “un fármaco puede alterar la absorción, distribución, metabolismo y eliminación (ADME) de otro fármaco especialmente en aquellos pacientes crónicos polimedicados”.

Los procesos a los que se somete los fármacos administrados por vía oral en este orden son: disolución, absorción, distribución, metabolismo y finalmente eliminación. 

Disolución y absorción.

En el largo recorrido que hace una forma farmacéutica para que tenga su efecto y finalmente sea eliminada de nuestro organismo.

Primero debe disolverse en el líquido en el sitio de absorción; así un fármaco administrado oralmente en forma de tableta o cápsula no puede ser absorbido hasta que las partículas de fármaco se disuelven por los fluidos en el tracto gastrointestinal.

Cuando la solubilidad de un fármaco depende de un medio ácido o básico, el fármaco se disuelve en el estómago o en los intestinos, según la naturaleza de su uso.

Al experimentar una disolución, las moléculas de fármaco en la superficie de la forma sólida administrada son las primeras en entrar en solución, creando una capa saturada de fármaco disuelto que envuelve la superficie de la forma farmacéutica administrada.

Esta capa de solución es la capa de difusión. A partir de esta las moléculas del fármaco pasan por todo el líquido disolvente y hacen contacto con las sucesivas membranas biológicas, produciendo la absorción.

Para hacernos una idea clara imaginemos como actúa una pastilla efervescente en agua. A medida que las moléculas de fármaco continúan dejando la capa de difusión, esta se va reponiendo continuamente hasta que por completo desaparece esta capa y por ende la forma farmacéutica administrada; tal cual como ocurre con el ejemplo propuesto.

Ahora aquí pueden ocurrir dos situaciones muy marcadas:

Que la velocidad a la que el fármaco se absorbe depende de su capacidad de atravesar múltiples membranas biológicas.
Que la velocidad de disolución de un fármaco se puede modificar de acuerdo a los objetivos terapéuticos buscados. Así la velocidad de disolución de una forma farmacéutica lenta se debe a las características fisicoquímicas del principio activo o la forma de dosificación administrada.


Lo que demuestra que  la disolución misma es una etapa limitante de la velocidad de absorción.

Pongamos un ejemplo:

Fármacos lentamente solubles como: la digoxina o el alendronato de sodio pueden no sólo ser absorbidos a una velocidad lenta; sino que pueden absorberse de manera  incompletamente  en algunos casos o no, debido a la limitación fisiológica y natural del tiempo que pueden permanecer dentro del estómago o del tracto intestinal.

Por lo tanto, los fármacos poco solubles o los fármacos mal formulados pueden ser absorbidos de manera incompleta y pasar inalterados fuera del sistema a través de las heces presentándose una falla terapéutica.

Como se manifestó en el tema anterior la oportunidad para la disolución y absorción del fármaco pueden verse afectados por los medicamentos administrados conjuntamente y por factores propios del individuo medicado.

Ciertos fármacos con propiedades anticolinérgicas, por ejemplo, diciclomina HCl y amitriptilina HCl, pueden retardar el vaciado gástrico que puede aumentar la tasa de absorción y destrucción de fármacos por el estómago y reducir la velocidad de absorción de fármacos que se absorben principalmente en el intestino delgado.

Alternativamente, los fármacos que mejoran la motilidad gástrica, por ejemplo, laxantes, pueden hacer que algunos fármacos se muevan a través del sistema gastrointestinal y pasen por su sitio de absorción a una velocidad tal que reduzca la cantidad de fármaco absorbido.

El envejecimiento también puede influir en la absorción gastrointestinal. En los ancianos, la acidez gástrica, el número de células absorbentes, el flujo sanguíneo intestinal, la tasa de vaciamiento gástrico y la motilidad intestinal están todos disminuidos.

La disolución de una sustancia puede ser descrita por la ecuación modificada de Noyes-Whitney:

dc/dt = kS( Cs – C1)
En donde:
dc/dt = grado de disolución
k = constante de velocidad de disolución
S = área superficial del solido en disolución
Cs = concentración de saturación del fármaco en la capa de difusión
C1 =  concentración del fármaco en el medio de disolución con el tiempo (t)

La velocidad de disolución se rige por la velocidad de difusión de las moléculas de soluto a través de la capa de difusión en matriz de la solución. 

La ecuación revela que la velocidad de disolución de un fármaco puede aumentarse, aumentando el área superficial (reduciendo el tamaño de partícula) del fármaco.

Factores que aumenta la disolución de fármacos.
  1. Un aumento de la velocidad de agitación del medio de disolución aumentará la velocidad de disolución. 
  2. Una reducción de la viscosidad del disolvente empleado es otro medio para aumentar la velocidad de disolución de un fármaco.
  3. Los cambios en el pH o la naturaleza del disolvente que influyen en la solubilidad del fármaco se pueden utilizar ventajosamente al aumentar la velocidad de disolución.

·       Las formulaciones efervescentes de tabletas de aspirina tamponadas utilizan algunos de estos principios para su ventaja. Los adyuvantes alcalinos en la tableta aumentan la solubilidad de la aspirina dentro de la capa de difusión, y la reacción del dióxido de carbono agita el sistema disolvente, es decir, los jugos gástricos.

Área de superficie.
Cuando se rompe una partícula de fármaco, se aumenta el área superficial total. Para sustancias farmacéuticas que son poco o lentamente solubles, esto generalmente da lugar a un aumento en la velocidad de disolución.

Se ha descrito un aumento de la respuesta terapéutica de los fármacos administrados por vía oral debido a un menor tamaño de las partículas de principio activo.

Para aumentar el área superficial, los fabricantes farmacéuticos usan frecuentemente polvos micronizados en sus productos sólidos, que son partículas de fármaco reducidas en tamaño hasta aproximadamente 5 μm y más pequeñas.  

Si existe diferencia notable entre dos productos farmacéuticos de la misma presentación, concentración y distinta casa comercial  hay que considerar que existirán diferentes velocidades y grados de absorción obtenibles a partir de fármacos elaborados con diversos tamaños de partícula, los productos con la misma sustancia farmacéutica, preparados por dos o más fabricantes farmacéuticos fiables pueden dar lugar a diferentes grados de respuesta terapéutica en el mismo individuo.

Debido a tales diferencias en la formulación de una serie de fármacos y productos farmacéuticos, es generalmente aconsejable que una persona continúe tomando la misma marca de medicamento, siempre que produzca el efecto terapéutico deseado.

Los pacientes crónicos estables que consumen  una misma marca de fármaco no deben cambiarse a otro a menos que sea necesario. Sin embargo, cuando ocurre este cambio, las concentraciones apropiadas de sangre o plasma del fármaco deben ser monitoreadas hasta que el paciente se estabilice con el nuevo producto.

Si a nivel nacional en las unidades de prestación de servicios de salud, adquirieran medicamentos de una misma marca o casa comercial principalmente para pacientes crónicos polimedicados se evitarían varios efectos adversos.   

Un tamaño de partícula menor da como resultado un aumento en el área superficial total de las partículas, mejora la penetración del agua en las mismas y aumenta las velocidades de disolución. Con fármacos poco solubles, se puede añadir un desintegrante a la formulación para asegurar una desintegración rápida del comprimido y liberación de las partículas.

Forma de las partículas farmacéuticas.
En los cálculos de disolución, se supone generalmente que la partícula de soluto ha conservado su forma geométrica. El tamaño de partícula y los estudios de distribución de tamaño de partícula son importante para fármacos que tienen baja solubilidad en agua.

Polimorfismo se refiere a la disposición de un fármaco en diversas formas cristalinas (polimorfos). Los polimorfos tienen la misma estructura química pero tienen propiedades físicas diferentes, tales como solubilidad, densidad, dureza y características de compresión. Algunos cristales polimórficos pueden tener una solubilidad acuosa mucho menor que las formas amorfas, haciendo que un producto sea absorbido de manera incompleta.

Los polimorfos que son metastables pueden convertirse a una forma más estable con el tiempo. Un cambio de forma de cristal puede causar problemas en la fabricación del producto.

Por ejemplo, un cambio en la estructura cristalina del fármaco puede provocar el agrietamiento en un comprimido o incluso impedir que una granulación se comprima en un comprimido que requiera reformulación del producto.


Dos sustancias antibióticas, la novobiocina y el palmitato de cloranfenicol, son esencialmente inactivas cuando se administran en forma cristalina, pero cuando se administran en forma amorfa, la absorción del tracto gastrointestinal procede rápidamente, con buena respuesta terapéutica.

En otros casos, se pueden usar formas cristalinas de fármacos debido a una mayor estabilidad que las formas amorfas correspondientes. Por ejemplo, las formas cristalinas de penicilina G como sal de potasio o sal de sodio son considerablemente más estables que las formas amorfas análogas. Así, en el trabajo de formulación sobre la penicilina G, las formas cristalinas son las preferidas y resultan en una excelente respuesta terapéutica.

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